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Telechía, estandarte del Betis

En un Club son especialmente relevantes esas personas abanderadas de sus colores, identificadas de los pies a la cabeza con su escudo, que se han formado en sus equipos, que se han ganado la vida defendiendo la camiseta y han dedicado su tiempo a la entidad mutu proprio. Personas con un valor especial, que forman el espíritu de una entidad deportiva, sus valores, y ayudan a que las nuevas generaciones tengan dónde encontrar referencias para construir su camino y el futuro del club al que representan. El Real Betis Balompié puede estar orgulloso de tener a muchos de estos hombres fundamentales. Uno de estos jugadores especiales es Francisco Labrado Telechía, que nos dejó el pasado 13 de Julio a los 76 años.

Telechía nació en Sevilla un 15 de Agosto de 1945, llegó a los juveniles Betis con 15 años y a partir de ahí fue labrándose un camino dentro del Club que lo llevó a debutar en el primer equipo en 1966. Desde entonces Telechía comienza a consolidarse en la plantilla bética gracias a la confianza del entrenador Pepe Valera y el apoyo de colegas ya consolidados, como Eusebio Ríos. Fue compañero de Rogelio, Demetrio, Quino… en una época en que el Real Betis apuesta por la cantera para situar al Club entre los mejores de España. En 1967, el Betis recibe el Trofeo Amberes por la promoción de su cantera.

Hombre de un solo club, Telechía luchó con maginificencia por los colores del Betis desde su posición de defensa central, alternó capitanías con Rogelio y, en fin, se hizo jugador fundamental dentro del periodo comprendido entre 1966 y 1975, año en que se retiró tras 212 partidos oficiales, todos ellos con el Real Betis.

En la última etapa de su vida, Telechía estuvo muy vinculado a nuestra Asociación de Exjugadores del Real Betis, con la que colaboró en todo momento, brindándonos además la oportunidad de disfrutar de una persona excepcional por su sencillez, humildad, humanidad y simpatía. La historia se escribe capítulo a capítulo; los templos de erigen bloque a bloque; cada uno sustenta a los posteriores; todos tienen su función y son relevantes porque son necesarios. Telechía deja escrito en el Betis un capítulo que siempre podrán leer las generaciones presentes y venideras para conocer la historia de este Club, pero también como un ejemplo de beticismo y de los valores sobre los que está sustentada esta institución.